El siguiente texto va con dedicatoria a un lector al que le prometí algo sobre Lovecraft. Como anécdota, les diré que cuando fue publicado hubo un malentendido y se me acuso de plagio, acusación que fue aclarada y tan tan, resultó que fui inocente, todo ello se dió en un espacio internáutico público, así que con un poco de tiempo pueden encontrar la información y enterarse del chisme.
Algo que no habia aclarado es el por qué algunos textos al final tiene un apartado llamado "Friquipedia". En la extinta revista de cómics se nos solicitaba que, además del cuerpo del texto, incluyeramos información a manera de recuadros, para complementar la información. Muchas veces, por cuestiones de espacio, esos recuadros no se incluían en la edición final por lo que aquí están presenciando el debut de esos textillos inéditos. Si bien es cierto que esa información extra es casi casi de domino público, tengan en cuenta que cuando escribo un artículo siempre aplico la máxima de Stan Lee: Él decía que cada nuevo cómic lo escribía pensando en que ese podría ser el primer cómic de alguien, por lo que procuraba enterar de todo al lector. Yo soy de la misma idea, este texto podrá ser, para muchos, la introducción al fascinante mundo de Lovecraft y su literarura, por lo que procuro ser lo más básico posible (aunque para Comikaze estoy pesando en elevar el nivel ¡Puro sabihondo la lee!).
Gracias por leer y que Cthulhu (recuerden, se pronuncia tulu) les brinde pavorosas pesadillas.
LOS MITOS DE CTHULHU. LO INENERRABLE HECHO SECUENCIA.
Porque no está muerto lo que puede yacer eternamente, y aún a través de las edades la misma muerte puede morir.
Howard Phillips Lovecraft.
Sobre H. P. Lovecraft podrá hablarse bien o mal, pero es un escritor que no deja a nadie indiferente. Sus cuentos sobre civilizaciones extintas, criaturas prehumanas y semidioses arquetípicos son todo un referente y han creado una escuela en la literatura de terror. Sólo Alberto Breccia estaba lo suficientemente chiflado como para plasmarlos en papel y tinta.Howard Phillips Lovecraft.
El morador de las tinieblas.
Si le preguntan a cualquier aficionado a la literatura de terror quien es el mejor escritor la respuesta se reduce a dos nombres: Edgar Allan Poe y Howard Phillips Lovecraft. Pero si consideramos la totalidad de las obras de ambos próceres entonces no hay más remedio que otorgarle el reconocimiento al oriundo de Providence, el único que supo escribir acertadamente sobre el miedo a la oscuridad, a las casas abandonadas, y sobre ese temor irracional a comer pescado.
Los cuentos y novelas cortas de H. P. Lovecraft siempre han sido criticados por abusar de una retórica ambigua e indefinida, en donde adjetivos como inenarrable, indescriptible, inefable y pavoroso (más todos sus sinónimos) son utilizados para referirse a las criaturas del panteón que él creó. Nombres como Cthulhu, Shub Niggurath, Yog Sothoth, Nyarlathotep son parte del imaginario terrorífico, al igual que el mítico Necronomicón, libro de encantamientos cuya fama ha rebasado el universo literario y hay quienes dudan de que su existencia sea meramente fantasiosa. Pero para los miles de fanáticos que pululan por el planeta, son justamente esas descripciones lo que las vuelve tan atractivas, pues una de las características del miedo es la incapacidad de razonar sobre lo que lo produce. Por ello es que Lovecraft se ha ganado el corazón de lectores pues sólo él ha sabido escribir sobre la irracionalidad de nuestras fobias.
Sea como sea, es innegable que la pseudomitología (así la llamaba el autor) lovecraftiana ya se ha convertido en parte integral de la cultura, traspasando fronteras formales y llegando al cine, radio, televisión y cómics. Algunas veces con resultados superiores y la mayoría con decepcionantes frustraciones. Lo cierto es que intentar plasmar en imágenes la retorcida imaginación de Lovecraft no es tarea fácil, sobretodo si tomamos en cuenta sus descripciones tan a la ligera, sin embargo, un uruguayo loco sabía perfectamente como abordar ese problema.
El color que cayó del cielo.
En algún momento de 1974, mientras adaptaba algunos textos de un extraño tomo encuadernado en piel humana, Alberto Breccia sin querer susurró cierto encantamiento que lo dejó clínicamente malsano. Sólo así puede explicarse la forma en que ideó la representación de algunos miembros del panteón lovecraftiano como Cthulhu o Wilbur Whateley. Los dibujos de Breccia no son como las imágenes que uno se forma en la mente al leer a Lovecraft pero al mismo tiempo no resultan extrañas o fuera de lugar, de hecho producen cierta fascinación que hace imposible no observarlos una y otra vez.
Breccia ya se había hecho de fama al ilustrar novelas gráficas como Sherlock Time, Mort Cinder y El Eternauta (ésta última considerada cumbre dentro de la historieta argentina) por lo que no le costó trabajo convencer a Norberto Buscaglia de adaptar algunos de los cuentos de Lovecraft al formato de historieta. El resultado es considerado como la mejor adaptación que se haya hecho del solitario de Providence a los cuadros y viñetas, pues la adaptación literaria no pasó de reducir los textos para que cupieran en determinado número de páginas por lo que toda la intención de Lovecraft se encuentra intacta, así como los clímax de las historias, en donde Breccia redondea con imágenes tan perturbadoras como atractivas.
Un punto negativo es que justamente en ese afán por no alterar el corpus lovecraftiano, Buscaglia recarga las viñetas con una cantidad abrumadora de texto, problema que para los puristas no existe pero para los aficionados a las historietas se nota más como una falla que un mérito.
El horror de Dunwich.
Breccia y Buscaglia se dieron a la tarea de realizar la adaptación de ocho cuentos pertenecientes al ciclo de Cthulhu (aunque la obra de Lovecraft es vasta, sólo poco más de una docena de cuentos pertenecen de lleno a la pseudomitología cthuliana) incluyendo el que da título a la corriente del horror cósmico: La llamada de Cthulhu. Entre el resto se encuentran los que se consideran lo mejor del autor estadounidense como La sombra sobre Innsmouth, El color que cayó del cielo o El Morador de las tinieblas. Son ocho cuentos que sirven perfectamente para entender el éxito que le fue negado a Lovecraft en vida, en los que pasiones tan humanas como la curiosidad, el ansia de conocimiento, el miedo irracional y la locura como forma de escape se encuentran representadas tanto en forma literaria como en forma gráfica.
Los trazos de Breccia podrían ser considerados como la obra de un loco fuera del contexto que la novela gráfica como formato le otorga. Muchas de sus representaciones de los semidioses parecen un batiburrillo de rayones y tinta chorreada que algunas veces asemejan a una prueba rorscharch, que sin embargo hay que observar detalladamente para encontrar un orden dentro de ese caos, exactamente como Lovecraft las describe en sus cuentos (no por nada una de las criaturas, Nyarlathotep, es también nombrada como el caos reptante).
Es en El Horror de Dunwich donde Breccia logra capturar a la perfección lo que Lovecraft dejó sólo en palabras. Los dibujos recrean la perfección la escena donde unos de los personajes principales -Wilbur Whateley, fruto de la relación incestuosa entre su madre y algo más- comienza a deshacerse enfrente de una comitiva del pueblo de Dunwich (ciudad ficticia creada por Lovecraft, al igual que Arkham o Innsmouth), no sin antes mostrar que no era humano del todo. La escena impacta tanto por la sorpresa que produce en el lector la naturaleza inhumana de Whateley como por lo gráfico de la secuencia de dibujos.
La sombra sobre Innsmouth.
Los intentos por adaptar la obra de Lovecraft al cómic nunca serán suficientes como para considerarla completamente acabada. Berni Wrightson ha incursionado en la aventura, al igual que Mike Mignola y cientos más en el underground comiqueril. Sin embargo todos ellos siempre estarán a la sombra del trabajo de Breccia por dos razones: o intentan copiarla descaradamente, o simplemente se basan más en lo grotesco que en capturar la esencia del discurso terrorífico, situación que demerita el valor literario de los cuentos y justifica hasta cierto punto las críticas negativas del opus lovecraftiano, el mostrar más el aspecto superficial que el lado más íntimo.
Juntos, Lovecraft, Breccia y Buscaglia lograron lo que pocos hombres han conseguido: mitificar nuestros terrores al mismo tiempo que librarnos de ellos, pues no hay mejor terapia para acabar con una fobia que ser sobrexpuesto a lo que la produce.
FRIQUIPEDIA
-La obra de Lovecraft ha impresionado tanto que hay quienes consideran que su prematura muerte fue debido a que sabía más de lo que debía, además de divulgar todo tipo de conocimientos arcanos. Por supuesto que esto no es más que parte del mito que rodea la vida del genio de Providence… ¿O no?
-El Necronomicón ha sido una de las creaciones lovecraftianas más populares, al grado de estar entre lo libros más buscados en diferentes librerías de viejo. En la Biblioteca General de la Universidad de California, algún estudiante bromista introdujo en los ficheros la tarjeta que indica la ubicación del libro maldito en la colección referente a libros “prohibidos”.
Comentarios
Ojala puedas publicar mas info sobre Lovecrat, mas adelante; yo stoy trabajando en otro post sobre Lovecraft luego lo subire.
Y grax por leerme tambien.
salu2
No conozco el trabajo de el señor Breccia, solo conozco lo que hizo Corben en The Haunt of Horror.
Zacek: Te recomiendo, si te gustó "Más allá de los eones", que consigas los tomos donde vienen "La llave de plata", "A través de las puertas de la llave de plata" y "En la noche de los tiempos" (que quizás en esas ediciones que mencionas se llame "La sombra fuera del tiempo"), a mi parecer son los mejores realtos que Lovecraft escribió.