El siguiente texto es, hasta donde se, inédito. La razón de mi duda es porque fue escrito para un abortado proyecto de revista de ciencia ficción, impulsado por las mismas personas que "hacían" la otrora revista de cómics.
Ignoro si se publicó algún número de dicha revista e ignoro todavía más si salió este texto, cosa que no me habría gustado dado que por los retrasos de publicación hubiera quedado anacrónico. Fue escrito antes de que se estrenará la última versión de la adaptación del libro de Matheson, de ahí que no me clave con ella y se escribió justamente para aprovechar el impulso de la publicidad de la cinta.
Si alguien sabe si se publicó dicha revista por favor hágamelo saber para terminar con la leyenda urbana. Aunque ahora que lo pienso, puedo decir que soy leyenda ¡Ja!
SOY LEYENDA. MATHESON, SU LIBRO Y LAS PELÍCULAS.
Pocas son las obras cuya influencia trasciende el medio que las vio nacer. I am Legend es, sin duda alguna, un referente dentro de la literatura de terror, inaugurando el subgénero del horror de sobrevivencia, tan en boga hoy dentro de videojuegos y películas de culto. Echemos un vistazo a las adaptaciones que se han hecho de ella para la pantalla de plata.
Nace la leyenda.
Quizás el nombre de Richard Matheson no le diga nada al neófito de la literatura fantástica, especialmente si no se ha leído una suficiente cantidad de ciencia ficción. Pero si mencionamos que este escritor estadounidense fue pilar fundamental de la etapa clásica de The Twilight Zone (Dimensión Desconocida, la antigua serie en blanco y negro), que ha escrito varios guiones para clásicos del cine como The Pit and the pendulum (basado en la obra de Edgar Allan Poe), que varias series legendarias de televisión como The Night Stalker y Star Trek lo tuvieron entre sus guionistas, y que libros suyos como The Shrinking man y el que nos ocupa, I am Legend, son clásicos del género, tanto en su versión literaria como en sus adaptaciones cinematográficas, queda más que demostrado que Matheson es uno de los escritores más prolíficos y reconocidos dentro del mundillo cienciaficcioñero.
I am legend (o como se conoce en nuestro país, Soy Leyenda) es, sin lugar a dudas, una de las novelas seminales en el entonces jóven género de la ciencia ficción, tanto por la temática que aborda, como por la forma en que lo hace, además de combinar, de manera magistral, la ciencia ficción con el terror en su estado más puro. Escrito en 1954, el libro relata la historia de Robert Neville, el último sobreviviente de una hecatombe sanitaria, que día tras día –o mejor dicho, noche tras noche- tiene que lidiar con las hordas de vampiros que asolan el lugar donde vive, deseosos de chuparle hasta la última gota de sangre. La novela impacta más por la narración del estado mental de Neville –relatando de manera brutal la soledad en que se encuentra y la claustrofobia que el pasado le produce- que por la idea de ser acosado por chupasangres. Como buena novela de ciencia ficción, Neville busca la manera de acabar de una vez por todas con la raza de mutantes, aplicando el ensayo y error a las múltiples pruebas que realiza, y mata el tiempo estudiando sobre fisiología y inmunología, tratando de encontrar una forma eficaz de acabar de una vez por todas con sus “amigos”, aunque en el fondo, lo que realmente desea, es encontrar una posible cura.
El impacto causado por la novela ha sido tal que tres veces ha sido llevada al cine, siendo la más reciente la versión protagonizada por Will Smith, que promete ser la versión definitiva, adaptando fielmente el embrollo psicológico con el que Matheson nos aterrorizó hace 54 años.
The last man on earth.
Así se tituló la primera versión de la novela en el cine. Protagonizada por el amo del terror Vincent Price, esta cinta es una versión fiel al libro, pero problemas dentro de la producción –al ser una coproducción entre Italia y EU hubo dos directores, cada uno de los cuales quería meterle mano para ajustarla a sus respectivas audiencias- hicieron que al final resultara una película mediocre.
A pesar de lo anterior, la cinta tiene algunos chispazos de la fuerza que el libro contiene. Vincent Price entrega una actuación bastante creíble, mostrando a un hombre cansado, sin esperanza, que día a día tiene que lidiar con la plaga, situación nada agradable y menos cuando fue él mismo quien tuvo que matar a su mujer cuando ésta fue contagiada. La soledad del personaje principal es acentuada por el color blanco y negro en el que fue filmada la cinta (¡Todavía no había color chiquillos!), además de que el bajo presupuesto con que se filmó nos otorga una ciudad desierta bastante austera, realzando la sensación de abandono y angustia que la novela relata.
Para algunos, ésta es la versión definitiva, sobretodo por no ser una película llena de acción y grandes efectos especiales (como acostumbraban ser las cintas de ciencia ficción de la época dorada). Puede decirse que ésta es una de las primeras películas de ciencia ficción psicológica que se hicieron, aunque, lamentablemente, el resultado se ve opacado por una falta de ritmo que ni la excelente actuación de Price logra compensar, razón por la que el mismo Matheson prefirió utilizar el pseudónimo Logan Swanson a firmar el guión con su nombre.
The Omega Man.
Durante los años 70 únicamente existía un héroe de acción: Charlton Heston. Quizás lo recuerden por películas como El Planeta de los simios, Soylent Green (que se conoció en nuestro país con el profético título de "Cuando el futuro nos alcance") o Earthquake (la jaladísima "Terremoto"). La fascinación que el hoy pistolero actor ejerció en las mentes de los cinéfagos adictos a la adrenalina inteligente lo colocó como el salvador del mundo por excelencia, por lo que para representar el papel del último hombre vivo sobre la Tierra no existía otra opción. The Omega man es todo lo que su antecesora no fue: un festín de escenas de acción –persecuciones en autos, balazos, peleas a puño limpio-, una cinta trepidante que no da tregua al espectador, y una adaptación muy libre del texto original.
Mientras que en libro queda más que enfatizado que la plaga que terminó con la humanidad es el vampirismo, en esta versión los hematófagos son convertidos en una raza de mutantes albinos, a medio desollar por efectos de, suponemos, una fuerte radiación. Los mutantes han devenido en una especie de culto religioso que más que querer cenarse al protagonista parecieran quererlo convertir a su fe. Heston hace gala de su carisma aventurero y se enfrenta a ellos con garra y tesón, demostrando ya desde entonces su gusto por las armas de fuego.
A pesar de ser la típica superproducción hollywoodense, The Omega man se da tiempo para hacer comentarios y críticas sociales, sobretodo en lo que respecta al apocalipsis nuclear y el abuso científico del ser humano. El Robert Neville de esta cinta sabe quienes fueron los verdaderos culpables del estado mundial que le tocó vivir y no tiene empacho en recordarlo cada vez que atraviesa a un mutante.
Neville se asolea.
Por primera vez producida con su título original, I am legend promete ser la versión definitiva en cine del libro que inspiró a George Romero a realizar sus películas de zombis, que demostró que la ciencia ficción también podía ocuparse del interior de las personas, y que desarrolló todo un nuevo subgénero multimediático, el horror de sobrevivencia, caracterizado por relatar la angustia y ansiedad que el ser perseguido por amenazas, reales o imaginarias, produce en la mente de los protagonistas y en su entorno social.
Will Smith es el encargado de darle vida a un Robert Neville tan atribulado y lleno de retrospecciones como su contraparte literaria, manteniendo una esperanza de salvación que noche tras noche es disipada por las invitaciones a salir de los vampiros. El resultado pueden verlo en la pantalla, cada quien tendrá su opinión, lo que es cierto es que en un mundo donde las películas de ciencia ficción se caracterizan por ser carnavales de efectos especiales, es interesante redescubrir una historia en donde el fondo se privilegia sobre la forma, donde la humanidad intenta sobrevivir frente a sus propios monstruos, y en donde el relato se convierte en leyenda.
Actualización:
Como decía en la introducción, cuando escribí el texto todavía no se estrenaba la versión de Will Smith, ahora que ya le han pasado un par de años puede decirse que esa cinta decepcionó, ya que no logra capturar la esencia del libro. Si bien la soledad del protagonista se observa de manera magistral (como en esa escena donde se atreve a hablarle al maniquí), todo se va al traste cuando se encuentra con otros sobrevivientes, situación que rompe con la intención de la novela. Por supuesto que el final feliz es parte de la manufactura gringa y habrá quien diga que el final no es feliz puesto que el protagonista muere (¡Chin, ya les arruiné el final! Jajaja) pero si leen el libro se darán cuenta que la frase que le da título es muchísimo más macabra y contundente que convertirse en leyenda por salvar a una humanidad que se inventaron para la cinta.
Pueden ver otra crítica para la película aquí.
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